(Info:LaTercera)

Christian Garin (82°) está pasando por un momento increíble tras reencontrarse con su mejor juego en la gira norteamericana. Ahora, festeja en Miami, pues superó al argentino Sebastián Báez (33°), por parciales de 7-6 (2) y 6-3, y avanzó a la tercera ronda del Masters 1000.

Atrás quedaron las dudas generadas en Sudamérica y, luego de dos derrotas ante el argentino, se tomó revancha en Estados Unidos. En ese sentido, la segunda raqueta nacional consiguió su primera victoria ante el transandino y se ubicó dentro de los 32 mejores tenistas del certamen.

En el ATP 250 de Córdoba cayó por 4-6, 6-1 y 6-1, en febrero de 2022. En tanto, en el Chile Open perdió por 6-4 y 6-3, en marzo pasado.
La lucha se plasmó, incluso, en las tribunas del Court 7. Argentinos y chilenos repletaron las gradas del recinto ubicado en Miami Gardens. La supremacía de publicó nacional, que no dejó de alentar y animar a Garin, era notoria.

Báez se plantó como un duro escollo. Ambos propusieron un ritmo alto y el partido arrancó con mucha intensidad. De hecho, el primer juego sería la tónica de lo que se viviría a lo largo del cotejo. El Tanque estuvo cerca de romper el servicio, pero el transandino se recuperó de un break point gracias a sus saques. De ahí en más todo sería igualado.

El encuentro fue trabajado y luchado por ambos, que ganarían sus respectivos games. El argentino logró quebrar en el sexto después de superar dos break points en el quinto. El partido estaba cerradísimo y Báez parecía encontrar el camino. Sin embargo, el chileno se recuperó y logró quebrar en el séptimo juego.

El bonaerense, oriundo de San Martín, lideró desde lo actitudinal. En principio, se vio más completo mentalmente. En tanto, el ariqueño, que por momentos se ofuscó por sus desaciertos, no dejó de tomar la iniciativa.

Garin dominó gracias a su posicionamiento y buen juego en la red, pero con el pasar de los minutos cometió una serie de fallos que le impidieron ponerse en ventaja. En el noveno juego llegaría la muestra palpable de la frustración del nacional, que, tras sufrir dos errores no forzados seguidos, azotó su raqueta contra el piso ante la atónita mirada de los presentes.